lunes, 30 de junio de 2008

ARTE ROCOCÒ




El columpio, obra mestra de Fragonard, donde se recoge el espíritu refinado, exótico y sensual propio del Rococó.
El Rococó es un
movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre los años 1730 y 1760.
El Rococó se define por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, en la
mitología, en la belleza de los cuerpos desnudos, en el arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y de las relaciones humanas. Es un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual.
Tabla de contenidos


Historia

Contexto histórico y social

Su precedente se sitúa en los inicios del siglo XVIII coincidiendo con la regencia de Felipe de Orleans, cuando empezaron los tímidos cambios que anunciaban el final del estilo tardobarroco y su evolución hacia la expresión de un gusto más contemporáneo, independiente y hedonista, contrapuesto al arte oficial, inflexible y ostentoso del reinado de Luis XIV. La transición del Rococó, también conocido como el «estilo Luis XV», a nuevas formas y expresiones artísticas, empezó hacia el 1720. Las excavaciones entre 1738 y 1748 de Pompeya y Herculano y su divulgación despertaron una verdadera fascinación por el «gusto a la griega», embrión del que, una vez consolidado, conoceríamos como Neoclasicismo y que coincide con el reinado de Luis XVI.
Este estilo, llamado en su tiempo «del gusto moderno», fue despreciado por sus críticos y detractores neoclasicistas con la palabra Rococó, que es una composición de «rocaille» (piedra) y «coquille» (concha marina), puesto que en los primeros diseños del nuevo estilo aparecían formas irregulares inspiradas en rocas marinas, algas y conchas. Otras versiones buscan el origen en rocaille, un tipo de ornamentación de los decoradores de grutas de los jardines barrocos y que se distinguía por su profuso ensortijamiento. A pesar de la intención peyorativa de esta denominación, que pocos historiadores actuales todavía apoyan, el Rococó es un ejemplo de cómo el arte es la inmediata expresión de la vida social y de cómo un estilo se hace a medida del individuo, de cómo las viviendas y los objetos se diseñan para los hombres y no sólo para dioses y monarcas.
El estilo se expresa sobre todo en la
pintura, la decoración, el mobiliario, la moda y en el diseño y producción de objetos. Su presencia en la arquitectura y la escultura es menor, puesto que su ámbito natural van a ser, fundamentalmente, los espacios interiores y en menor grado las composiciones monumentales.

Del Barroco al Rococó

La basílica de Ottobeuren (Baviera): los espacios arquitectónicos confluyen y se dispersan, como si tomasen vida.
Durante el reinado de Luis XV, la vida de la corte se mantiene en el
palacio de Versalles, extendiendo el cambio artístico del palacio real y permiten su difusión a toda la alta sociedad francesa. La delicadeza y la alegría de los motivos Rococó han sido vistos a menudo como una reacción a los excesos del régimen de Luis XIV.
Si lo
Barroco estaba al servicio del poder absolutista, el Rococó está al servicio de la aristocracia y la burguesía. El artista deja de ser un servidor del poder y trabaja con más libertad y se inicia el mercado del arte. El Rococó se presenta como un arte al servicio de la comodidad, el lujo y la fiesta. Las escenas de su pintura recogen este nuevo estilo de vida, y la arquitectura se transforma y se modifica la forma de vivir.
Con respecto a la vertiente social, se inicia un cambio en el papel de la mujer, que se convierte en organizadora de reuniones para hablar de literatura, política, juegos de ingenio o para bailar. Este entorno de alta actividad social dentro la alta burguesía es el lugar adecuado para que los artistas se promocionen y hagan clientes. Los motivos del Rococó buscan reproducir el sentimiento típico de la vida
aristocrática, libre de preocupaciones, o de novela ligera, más que batallas heroicas o figuras religiosas.

Desarrollo y extensión

Interior de estilo Rococó del palacio de Gatchina, cerca de San Petersburgo, en Rusia.
En el desarrollo y extensión del nuevo estilo dentro la sociedad francesa, jugó un papel clave la influencia de
Jeanne Antoinette Poisson, marquesa de Pompadour y amante del rey. Su interés por el arte que, como aficionada, practicaba asesorada por François Boucher o Quentin de La Tour, se transmitió a las clases acomodadas de París. 1730 fue el periodo de mayor vitalidad y desarrollo del Rococó en Francia. El estilo se inició en la arquitectura y llegó al mobiliario, la escultura y la pintura (de entre los trabajos más significativos, encontramos los de los artistas Jean-Antoine Watteau y François Boucher). El estilo Rococó se difunde sobre todo gracias a los artistas franceses y a las publicaciones de la época.
Fue rápidamente acogido en la zona católica de
Alemania, Bohemia y Austria, donde se fusiona con el Barroco germánico. En particular al sur, el Rococó germánico fue aplicado con entusiasmo en la construcción de casas y palacios; los arquitectos a menudo adornan los interiores con «nubes» de estuco blanco.
En
Italia, el estilo tardoborroco de Francesco Borromini y Guarino Guarini evoluciona hacia el Rococó en Turín, Venecia, Nápoles y Sicilia, mientras el arte en la Toscana y en Roma se mantiene todavía fuertemente ligado al barroco.
En
Inglaterra, el nuevo estilo fue considerado como «el gusto francés por el arte». Los arquitectos ingleses no seguirían el ejemplo de sus colegas continentales, a pesar de que la platería, la porcelana y las sedas sí estuvieron fuertemente influenciadas por el Rococó. Thomas Chippendale transformó el diseño del mobiliario inglés mediante el estudio y la adaptación del nuevo estilo. William Hogarth contribuyó a crear una teoría sobre la belleza del Rococó; sin referirse intencionadamente al nuevo estilo, afirmaba en su obra Análisis de la belleza (1753) que la curva en S presente en el Rococó era la base de la belleza y de la gracia presente en el arte y en la naturaleza.

Declive

El fin del Rococó se inicia en torno al 1760, cuando personajes del nivel de Voltaire y Jacques-François Blondel extienden la crítica sobre la superficialidad y la degeneración del arte. Blondel, en particular, se lamentó de la increíble mezcla de conchas, dragones, cañas, palmas y plantas del arte contemporáneo. En 1780 lo Rococó deja de estar de moda en Francia y es reemplazado por el orden y la seriedad del estilo Neoclásico impulsado por Jacques-Louis David.
El Rococó se mantuvo popular fuera de las grandes capitales y en Italia hasta la segunda fase del Neoclásico, cuando el llamado
estilo Imperio se impone gracias al impulso del gobierno napoleónico.
Un renovado interés por el Rococó aparece entre
1820 y 1870. Inglaterra es la primera en revalorar el estilo Luis XIV, que es como se denominaba erróneamente al comienzo. Con esta moda, se llegaron a pagar cifras importantes para comprar objetos Rococó de segunda mano que se podían encontrar en París. En Francia, sólo artistas importantes como Delacroix y mecenas como la emperatriz Eugenia redescubren el valor de la gracia y de la ligereza aplicada al arte y al diseño.

El Rococó aplicado al arte

La temática ligera pero intrincada del diseño Rococó se adecúa mejor a los objetos de talla reducida que a la arquitectura y a la escultura. No sorprende por lo tanto que el Rococó francés fuera utilizado sobre todo en el interior de las casas. Figuras de porcelana, platería y, ante todo, el mobiliario incorporan la estética del Rococó cuando la alta sociedad francesa quiere arreglar las casas con el nuevo estilo.
El Rococó aprecia el carácter exótico del
arte chino y, en Francia, se imita este estilo en la producción de porcelana y vajilla de mesa.
Los diseñadores franceses, como
François de Cuvilliés y Nicholas Pineau, exportan el estilo a Múnich y San Petersburgo, mientras el alemán Juste-Aurèle Meissonier se trasladó a París, si bien hace falta considerar a Simon-Philippenis Poirier como el precursor del Rococó en París. El Rococó inglés tiende a ser más moderado. El diseñador de muebles Thomas Chippendale mantiene la línea curva pero menos ampulosa que la del mueble francés. El mayor exponente del Rococó inglés fue, probablemente, Thomas Johnson, un escultor y proyectista de muebles ubicado en Londres a mediados del 1700.

Arquitectura

Una de las características del estilo Rococó será la marcada diferencia entre exteriores e interiores. El interior será un lugar de fantasía y colorido mientras la fachada se caracterizará por la sencillez y la simplicidad. Se abandonan los órdenes clásicos y las fachadas de los edificios se distinguirán por ser lisas, teniendo, como mucho, unas molduras para separar plantas o enmarcar puertas y ventanas. La forma dominante en las edificaciones rococós era la circular. Un pabellón central, generalmente entre dos alas bajas y curvas y, siempre que era posible, rodeado de un jardín o un inmerso parque natural. Otras edificaciones podían tomar la forma de pabellones encadenados, en contra del típico edificio «bloque», propio de la etapa anterior.
En este momento la ventana aumenta progresivamente de medida, hasta la puerta-ventana o «ventana-francesa», obteniendo una interrelación entre interior y exterior que consigue la ideal fusión con la naturaleza, con el paisaje y el entorno. Se descartan los marcos en ángulo recto, demasiado rígidos y se adoptan ventanas arqueadas. Se elimina o reduce el uso de esculturas monumentales, limitándolas a la ornamentación de los jardines.
En cualquier caso, el aspecto más destacable de los interiores rococós es la distribución interna. Los edificios tienen estancas especializadas para cada función y una distribución muy cómoda. Las habitaciones se diseñan como un conjunto que, con una marcada funcionalidad, combinan la ornamentación, colores y mobiliario.
Por su misma naturaleza, estas tendencias arquitectónicas tuvieron muy poco reflejo en las construcciones oficiales, fueran laicas o eclesiásticas. En cambio, el nuevo estilo fue perfecto para las residencias de la nobleza y la alta burguesía, las clases más ansiosas de cambiar según los nuevos cánones y las más dotadas de medios económicos para conseguirlo.

En Alemania, especialmente en Baviera, el Rococó entra con mucha fuerza y supera las fórmulas barrocas. Destaca, a diferencia de Francia, la capacidad de adecuar el estilo a construcciones religiosas que consiguió el Rococó alemán. Entre los autores de las obras más destacadas encontramos a artistas franceses y alemanes como François de Cuvilliés, Johann Balthasar Neumann y Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff, que realizaron la preparación de Amalienburg cerca de Múnich, la residencia de Würzburgo, Sanssouci en Potsdam, Charlottenburg en Berlín, los palacios de Augustusburg y Falkenlust en Brühl (Westfalia), Bruchsal, el Palacio Solitude de Stuttgart y Schönbrunn en Viena.

Pintura

A pesar de que el Rococó debe de su origen puramente a las artes decorativas, el estilo mostró su influencia también en la pintura, llegando a su máximo esplendor en la década de 1730. Esta pintura debe llamarse propiamente como Pintura Galante y no como Pintura Rococó, pues este término engloba el contexto estético en que se encontraba. Los pintores usaron colores claros y delicados y las formas curvilíneas, decoran las telas con querubines y mitos de amor. Sus paisajes con fiestas galantes y pastorales a menudo recogían comidas sobre la hierba de personajes aristocráticos y aventuras amorosas y cortesanas. Se recuperaron personajes mitológicos que se entremezclan en las escenas, dotándolas de sensualidad, alegría y frescura.
El
retrato también fue popular entre los pintores rococós, en el que los personajes son representados con mucha elegancia, basada en la artificialidad de la vida de palacio y de los ambientes cortesanos, reflejando una imagen amable de la sociedad en transformación.
Jean-Antoine Watteau (1684-1721) es considerado el más importante pintor rococó, creador de un nuevo género pictórico: las «fêtes galantes» (fiestas galantes), con escenas impregnadas con un erotismo lírico. Watteau, a pesar de morir a los 35 años tuvo una gran influencia en sus sucesores, incluidos François Boucher (1703 - 1770) y Jean-Honoré Fragonard (1732-1806), dos maestros del periodo tardío. También el toque delicado y la sensibilidad de Thomas Gainsborough (1727-1788) reflejan el espíritu rococó.

Escultura

La escultura es otra área en la cual intervinieron los artistas rococó. Étienne-Maurice Falconet (1716-1791) es considerado uno de los mejores representantes del rococó francés. En general, este estilo fue expresado mejor mediante la delicada escultura de porcelana, más que con estatuas marmóreas e imponentes. El mismo Falconet era director de una famosa fábrica de porcelana en Sèvres. Los motivos amorosos y alegres son representados en la escultura, así como la naturaleza y la línea curva y asimétrica.
El diseñador
Edmé Bouchardon representó a Cupido tallando sus dardos de amor con el garrote de Hércules, un símbolo excelente del estilo Rococó. El semidiós es transformado en un niño tierno, el garrote que rompe huesos se transforma en flechas que golpean el corazón, en el momento en que el mármol es sustituido por el estuco. En este periodo podemos mencionar a los escultores franceses Jean-Baptiste Lemoyne, Robert le Lorrain, Michel Clodion y Pigalle.

Música

El estilo galante fue el equivalente del Rococó en la historia de la música, situado entre la música barroca y la música clásica, y no es fácil definir este concepto con palabras. La música rococó se desarrolló al margen de la música barroca, particularmente en Francia. Puede ser considerada como una música muy intimista realizada de forma extremadamente refinada. Entre los máximos exponentes de esta corriente se puede citar a Jean Philippe Rameau y Carl Philipp Emanuel Bach.

El Rococó en Francia

Francia es la cuna del estilo y desde aquí se extiende al resto de Europa, especialmente a los países de lengua germánica donde adquiere una fuerza extraordinaria, debido a las fuertes relaciones de Federico II de Prusia con la corona de Francia.

Mobiliario

El diseño de muebles es la principal actividad de toda una dinastía de ebanistas parisienses, alguno de los cuales había nacido en Alemania, que desarrollan un estilo de línea curva en tres dimensiones, donde las superficies embarnizadas se completaban con marquetería de bronce. La factura de estas obras corresponde, mayoritariamente, a Antoine Gaudreau, Charles Cressent, Jean-Pierre Latz, Françoise Oeben y Bernard van Risen Burgh.
En Francia el estilo se mantiene muy sobrio, puesto que los ornamentos, principalmente de madera, eran menos macizos y se presentaban como composiciones de motivos florales, escenas, máscaras grotescas, pinturas e incrustaciones de piedra.
La tapicería fue un capítulo importante para conseguir comodidad en el mueble. Los asientos llegaron a cotas de comodidad inimaginables pocos años antes. La tendencia general a favor del lujo y del confort hizo que los cortesanos y los asiduos asistentes a los salones pudieran ahora sentarse (e incluso reclinarse y estirarse) en las reuniones, a diferencia de la época anterior, en la que había sido obligatorio permanecer de pie por cuestiones de protocolo. Este nuevo concepto de la comodidad y una actitud más despreocupada respecto al cuerpo humano (al cual se permitía en momentos de intimidad evadirse y librarse de rígidas posturas), la inquietud por desarrollar actividades intelectuales y lúdicas en los espacios privados, propicia el desarrollo de nuevos diseños de muebles.

Arquitectura

Con el alejamiento de la cultura de los palacios de la corte, las construcciones características de esta época fueron las casas alejadas del centro de ciudad o en medio del campo: «folies», «bergeries», «bagatelles» o «ermitages». En residencias urbanas, el «hôtel» o mansión en la ciudad, la planta se divide en unidades espaciales relativamente pequeñas con lo cual se obtienen ámbitos especializados, de diferente medida según su función: salón, comedor, cuarto, antecámara, galería, gabinete.
De esta forma apareció una distribución más práctica que el anterior de «enfilade», ahora las habitaciones serían independientes y con acceso individual. Se cortaron oblicuamente las esquinas de las habitaciones para colocar escaleras secundarias en los espacios ganados y estos se comunicaron entre sí mediante pasillos, corredores y galerías.
Entre los representantes más destacados encontramos a
Jean Courtonne y a Robert de Cotte nombrado arquitecto de la corte y que durante 30 años intervino en la casi totalidad de las obras importantes que se hicieron en Francia.

Escultura y objetos de porcelanaFrancia

ocupó un lugar importante a la producción de porcelana durante el siglo XVIII. Se fabricó en Ruán, Estrasburgo, Saint-Cloud, Mennecy, Chantilly y en la Manufactura Real de porcelana de Sèvres.
Después de unos inicios difíciles (1741) en
Vincennes, la Manufactura Real se trasladó a Sèvres en 1756. La porcelana de Sèvres se caracterizaba por sus dibujos rodeados de ornamentación de rocalla sobre fondo blanco, aunque este blanco pasó rápidamente a colores de tonos muy vivos como el bleu de Roi(posterior al Rococó), el amarillo vivo, el azul turquesa, y el rosa Pompadour (a partir de 1757), de moda durante diez años y que se denominó así como reconocimiento al interés personal de Madame Pompadour en el desarrollo de las Manufacturas.
A partir de la década de 1750 se puso de moda la colocación de placas de Sèvres como decoración de muebles pequeños o accesorios.
Bernard van Risen Burgh fue el primero ebanista conocido que decoró sus obras con placas de porcelana, una práctica que rápidamente se hizo popular. Fueron muy utilizados por los ebanistas Martin Carlin y Weisweiler.

El Rococó en Italia

Las Guerras Italianas tuvieron como resultado la hegemonía del poder español sobre Italia. Aunque muchos estados, como por ejemplo Venecia, no pertenecieron a la corona española, Italia dependió de España para recibir protección de las agresiones externas. El control de España fue reemplazado con la hegemonía austriaca en el siglo XVIII a excepción de algunos pocos estados que permanecieron bajo el control español.
También en
Italia, siguiendo el ejemplo francés, creó el Rococó una notable renovación, sobre todo en el sector de la decoración de interiores y en la pintura. Se dio sobre todo en la región del norte (Liguria, Piamonte, Lombardía y Véneto), mientras que en la Italia central, por la influencia de la iglesia, el estilo no se desarrolla de forma sensible.
En cambio en
Sicilia se desarrolló una evolución del barroco de carácter propio, de gusto más españolizante, muy similar al plateresco.

Arquitectura

Los mayores representantes estilo rococó en la arquitectura italiana son Guarino Guarini, muy activo en el Piamonte y en Mesina, y Filippo Juvarra que trabaja mucho en Turín como arquitecto de la casa de Saboya.
Las obras más importantes de Guarino Guarini son: la iglesia de San Filippo, la iglesia de los Padres Somaschi y la casa de los padres Teatini, todas en Mesina, la capilla del
Santo Sudario en Turín y el palacio Carignano también en Turín.
Entre las realizaciones más importantes de Filippo Juvarra tenemos: la cúpula de la Basílica de Santa Andrea en
Mantua, la cúpula de la catedral de Como, el campanario de la catedral de Belluno, la basílica de Superga cerca de Turín, el castillo de Rívoli, el palacete de caza a Stupinigi, el Palacio Real de Venaria Reale y el palacio Madama en Turín.

Pintura

En el campo de la pintura, los mayores intérpretes del Rococó se pueden considerar los artistas que trabajaron en la República de Venecia, destacando los grandes paisajes detallistas con representaciones de los principales espacios de la ciudad: los canales, la plaza de San Marco y el Palacio Ducal, siguiendo la corriente llamada veduta.
Entre las figuras más importantes a considerar encontramos:
Giovanni Battista Tiepolo de quien destaca el Retrato de Antonio Riccobono, San Rocco y Hércules sofoca Anteo. Tiepolo pasó cuatro años en la Wurzburgo antes de volver a Venecia y finalmente fue a trabajar en Madrid, a la corte de Carlos III, ciudad en la que murió finalmente. Giovanni Antonio Canal, conocido como Canaletto, que realizó obras entre otras: Plaza de San Marcos, San Cristobal, San Miguel y Murano, Los caballos de San Marcos en la plaza, El campo de Rialto en Venecia y Paseo fluvial con columna y arco de triunfo. Canaletto también trabajó en Inglaterra pero sin llegar al esplendor de los paisajes de su ciudad natal. Francesco Guarde, con un estilo al toque, representa con sus paisajes más difuminados y oscuros la República que se hunde, realizando cerca de ochocientos sesenta obras entre las cuales destacan Milagro de un santo dominico, Concierto en el Casino de los Filarmonici y La Caridad.

Escultura

En el sector de la escultura, el más pobre en este periodo, se distingue Giacomo Serpotta que, sobre todo en Palermo, realizó obras para varias iglesias de la ciudad, entre las que podemos citar los oratorios de Ciudad Santa, de San Lorenzo y del Rosario en Santo Domingo y la iglesia de San Francisco de Asís. Se puede considerar que algunos escultores que realizaron fuentes en Roma y en el palacio de Caserta se inspiraron en el estilo Rococó.

El Rococó en España

La evolución del Barroco hacia el recargamiento ornamental engendró en España el estilo Churrigueresco, en cierta manera emparentado con el Rococó, pero de raíz autóctona: José Benito Churriguera (1665-1725), arquitecto y escultor español, y sus hermanos Joaquín y Alberto, también artistas que cultivaron el mismo estilo, le dieron nombre.
Con todo, el nuevo estilo no llegó a difundirse demasiado, por ser elitista y estar alejado de los temas religiosos.

Arquitectura y escultura

Este estilo, plasmado sobre todo en la arquitectura y en los retablos, no fue exclusivamente de la familia Churriguera, sino que también destacaron otros artistas, como Pedro de Ribera, que trabajó en Madrid construyendo el antiguo hospicio de San Fernando (1722-1729, hoy Museo Municipal), el cuartel del Conde Duque (1720) y el puente de Toledo (1723-1724). En Toledo trabajó Narciso Tomé y en Sevilla Leonardo de Figueroa, un arquitecto y decorador muy diestro que hizo la portada del palacio de San Telmo (1724-1734). Francisco Hurtado Izquierdo realizó los sagrarios de la catedral de Granada (1704) y de la cartuja de El Paular (Madrid, 1718). En el Levante destacan el palacio del Marqués de Dos Aguas (1740-1744) de Valencia, remodelado por Hipólito Rovira, y la fachada de la catedral de Murcia (1741-1792), del valenciano Jaime Bort. En Galicia hay que citar la gran fachada del Obradoiro (1738-1749), de Fernando Casas y Novoa.
Coexistiendo con este posbarroco autóctono, el Rococó francés llegó a la corte de
Felipe V a través de sus esposas. No llegó a difundirse demasiado, por ser un estilo elitista y estar alejado de los temas religiosos. En arquitectura, un claro ejemplo de Rococó en España es la Catedral de Cádiz.

Talla en madera

El murciano Francisco Salzillo se inspiró en las formas delicadas del Rococó; también puede incluirse a Francisco Hurtado Izquierdo, a quien hemos visto también como arquitecto del Churrigueresco.

Pintura

Como pintores del Rococó españoles destacan Luis Meléndez y Luis Paret; Giovanni Battista Tiepolo trabajó también en España junto a Mengs.
También destacar la obra pictórica de
Antoni Viladomat i Manalt y de Francesc Tramulles Roig, discípulo de Viladomat y menos conocido debido al carácter efímero de su obra. Francesc Pla, conocido como "el Vigatà", mostró una leve influencia del Rococó en las pinturas del Palacio Moja de Barcelona, si bien el resto de su obra hay que ubicarla dentro el estilo barroco.

El Rococó y la Iglesia católica

Una visión crítica del Rococó en el contexto eclesiástico fue sostenida a la Enciclopedia católica. Para la iglesia, el estilo Rococó se podía asimilar a la música profana, contrapuesta a la música sacra. La carencia de simplicidad, la exterioridad y la frivolidad tenían el efecto de distraer del recogimiento y de la plegaria. Su debilidad y sutileza no casaba con la casa de Dios
Con todo, eliminada su exterioridad más explícita, el resultado pudo ser aceptado como en consonancia con un ambiente dedicado al culto. En el desarrollo del Rococó, encontramos una decoración compatible con el aspecto sagrado de las iglesias.


Los artistas franceses parecen no haber considerado nunca la belleza de la composición del objeto principal, mientras que los alemanes hacen de la potencia de las líneas su característica principal. En el interior de las iglesias, el Rococó pudo ser tolerado, dado que los objetos eran pequeños como un vaso, una mesita de un corazón, una luz, una barandilla o una balaustrada y no eran demasiado evidentes a la vista. Resulta estar más en consonancia en la sacristía y en ambientes no propiamente de culto, más que en la iglesia propiamente dicha. El estilo Rococó se adapta muy mal al oficio solemne de la función religiosa, con el tabernáculo, el altar o el púlpito.
En el caso de grandes objetos, la escultura rococó resulta bella, pero a la vez se encuentra un parecido con el barroco. Los elementos fantasiosos de este estilo no se adaptan a las grandes paredes de las iglesias. En cualquier caso, todo tiene que ser según la situación local y las circunstancias. Hay piezas del Rococó auténticamente bellas, mientras que algunas otras no responden a los cánones e intentan asimilarse a objetos sacros.
Entre los materiales utilizados en el estilo Rococó figuran la madera tallada, el hierro y el bronce, utilizado en la construcción de
balaustradas y portales. Un elemento distintivo es el dorado que cubre los fríos materiales metálicos, más aceptables para la implantación en ambientes no profanos.

domingo, 29 de junio de 2008

El Logotipo

Un logotipo (coloquialmente conocido como logo) es un elemento gráfico, verbo-visual o auditivo y sirve a una persona, empresa, institución o producto para representarse. Los logotipos suelen encerrar indicios y símbolos acerca de quienes representan. Históricamente, los artesanos del barro, del cristal, los fabricantes de espaldas y artilugios de hierro fino, y los impresores utilizaban marcas para señalar su autoría. Los reyes que sabían firmar además cruzaban los documentos legales con un logotipo de su creación, a mano o con un sello.
El ícono o isotipo: es el símbolo visual gráfico (ejemplo: la manzana de Apple).
El nombre: es la representación verbo-visual o fonético del elemento básico de identidad.
La marca es el registro del nombre para uso comercial.
El logotipo como parte de la identidad visual de una empresa o institución, es la representación tipográfica del nombre de la marca.
Existen diferentes clasificaciones de "logos": letragrama o grafotipo, emblema, tipograma e imagotipo.
El logotipo puede ser el eje afirmador de la propiedad privada a través del hecho de la autoría.Un logotipo se diferencia por:
La funcionalidad de un logotipo radica en su capacidad para comunicar el mensaje que se requiere como por ejemplo "Somos una empresa responsable" o "este producto es de alta calidad", y para el logro de esto se requiere del uso de colores y formas que contribuyan a que el espectador final le de esta interpretación.
Un logotipo, en términos generales, requiere del apropiado uso de la semiótica como herramienta para lograr la adecuada comunicación del mensaje y la interpretación por parte del espectador más cercana a este mensaje. Así por ejemplo un círculo amarillo puede interpretarse de diferentes formas y dársele diferentes significados como "sol", "moneda", "huevo", "queso" u otros, mientras que si se encuentra adyacente a la palabra "banco" ambos elementos, el círculo amarillo y la palabra banco, toman un solo significado: "Institución Bancaria". Es decir, el logotipo, al momento de representar una entidad o grupo de personas, lo más apropiado es que mantenga congruencia semiótica entre lo que se entiende y lo que realmente busca representar.
Isologo es distinto de Logotipo ya que éste último se corresponde con el primero; es decir:
Iso = Ícono/Imagen
Logo = Tipografía/Texto (también conocido como Logotipo)
Juntos forman un Isologo o Marca Gráfica.

Artes Plasticas

¿Que es el Arte?


Según varias fuentes consultadas el concepto de arte proviene de la palabra "ars" originada en la lengua latín. Tradicionalmente se consideró al arte como la habilidad o maestría de una persona para elaborar algo, concepto que si bien no refleja fehacientemente el significado de arte, aun al día de la fecha se considera como un artista a aquella persona que realiza una tarea en forma sobresaliente.
La primera vez que se diferencia entre artesano (aquella persona que produce varios objetos similares con iguales características) y artista (persona que realiza un obra única) fue durante el periodo conocido como renacimiento. Fue recién durante y posterior a la revolución industrial cuando se afirmo el concepto de arte. En ese momento fue cuando aparecieron los primeros coleccionistas, las galerías de arte, los críticos de arte, las academias y los museos de Bellas Artes.
Entonces, el concepto moderno (podría denominarse como amplio) es el que entiende como arte a toda aquella manifestación de la actividad humana (no sometida a reglas concretas) que se expresa en forma subjetiva, única e irreproducible de algo real o imaginario. Otro concepto rescatable entiende al arte como la manifestación de la mente, de la inteligencia humana, por la cual se expresa la creatividad con la finalidad de establecer una comunicación entre el artista y el observador, intentando en medida de lo posible, la transmisión de sentimientos y sensaciones.


¿Qué formas de arte conforman las artes plasticas y arte grafica?


Históricamente se consideran como expresiones de las artes plasticas a las acciones realizadas por 3 tipos de artistas determinados, se incluían las obras realizadas por pintores, escultores y arquitectos. Hoy día, el arte plastica se caracteriza por incluir a todas aquellas formas de arte cuyos objetos finales u obras son tangibles , eso significa que son reales y se pueden ver y/o tocar. El concepto moderno de arte nos permite incorporar en la definición de arte plastica no solo las expresiones clásicas del arte sino también nuevas formas, podrían llamarse modernas, de manifestación artística.Entre ellas se encuentran, por ejemplo, todas aquellas generadas por computadoras (arte digital) o con cualquier otro elemento no convencional.

¿Cuales son las Artes Plasticas Modernas?


Se halla bastante aceptado la inclusión dentro de la categoría de Artes Plasticas a las especialidades de:Pintura, Escultura, Grabado, Tallado, Cerámica, Vidrio, Fotografía, Vitrales,Porcelana, Diseño, Restauraciones, Pintores Retratistas, entre otras.

Artes Decorativos


Artes decorativas

- Movimientos artísticos...

Son las llamadas artes auxiliares, que sirven para revestir y se subordinan a otras artes como la arquitectura. Su carácter no es funcional, sino que su cometido es embellecer..Los decisivos cambios en las tendencias artísticas vividos en Europa durante el final del siglo XIX y primeros años del XX, se extendió a todo tipo de artes relacionados o no con la arquitectura. Como consecuencia de las nuevas tendencias en el dibujo de líneas y formas que seguían las de la naturaleza y las nuevas actitudes ante el hecho artístico, cualquier objeto de uso común evolucionará hacia un objeto artístico llevando la innovasción hasta la utilización de distintos materiales materiales como vidrio, hierro forjado, maderas nobles, cerámica, etc. Los arquitectos de este periodo estaban dotados de una amplia y sólida formación tanto a nivel profesional como en el terreno humanístico, por lo que concebían los edificios como un todo que englobaba estructura y los demás elementos que le darían el aspecto final y pensaban que estos elementos, además de cumplir con su función también podría ser bellos y desempeñar un papel decorativo, por lo que muchos de estos profesionales desempeñan el papel de decoradores y/o diseñadores de todo tipo de muebles, revestimientos, puertas, materiaales. etc. Entre los más destacados representantes de este periodo podemos citar a Guimard, Otto Wagner, Victor Horta, y entre los españoles Gaudí, Puig i Cadafalch, Domènech i Montaner
El papel de las Artes Decorativas fue esencial en el desarrollo del Modernismo y la colaboración entre artistas y artesanos impulsó esta evolución. A todo esto contribuyó y tuvo una influencia determinante el movimiento "ARTS AND CRAFTS" durante el siglo XIX, ya que permitió la aparición de generaciones de especialistas, artesanos, técnicos y artistas, con una mágnifica formación que posibilitando la realización de cualquier tipo de objetos artísticos que, hasta poco tiempo atrás, era técnicamente imposible su realización.